La inigualable historia de como una vez más conseguí pasarme el feminismo.

Esta es la inigualable historia de como una vez más conseguí pasarme el feminismo.

Ya llevo mucho tiempo en esto del feminismo, no sé. Si Luke consigue hacerse jedi a base de hacer el ridículo a lo largo de tres pelis, esto debe de ser algo parecido. Feminista advance.

Obviamente siempre salgo a la calle con las piernas peludas como un oso. Obviamente, siempre. Puedo ir perfectamente con todos esos pelos porque estoy super empoderada, soy super feminista y me flipa tumblr.

Llevar solo los pelos del sobaco podría hacerlo hasta Manuela Carmena.

A ver. Menos ayer por la mañana que tenía un compromiso con una gente muy formal, llevaba un pantalón pesquerillo de esos que se llevan ahora y me depilé los tobillos porque tampoco estoy loca.  Que por cierto, esto es un must de cualquier chica, feminista abanderada guerrillera machetuda activista radikal o no.

Así que dije hey gurl, dont wo. Aceptar tus límites y eso también es super feminista, siempre y cuando lo hagas siendo consciente del patriarcado. Guillette en mano, pero consigna en mente. El caché sigue intacto nena.

Total, que ayer por la tarde me vuelvo a cambiar de ropa, olvidando por un momento mi batalla contra los cánones *ERROR* y me doy cuenta de que voy encerrada en un autobus, con un montón de gente mirando mis piernas depiladas mitad, peludas mitad. Mity, mity. Peludas como un mamut.

Adj. documento gráfico

Así que nada, ayer le di una vuelta más a eso de reventar cánones patriarcales de mierda. Sin querer, pero a tope. Quizá me quise morir por dentro, sí. Pero en mi cara podía leerse fuck your beauty standards. Si leías entre líneas. Si leías bien fuerte.